Son ricos en ácidos grasos saludables, como omega3 y omega6 que ayudan a equilibrar los lípidos en sangre (incluyendo los niveles de colesterol) y actúan como antioxidantes previniendo enfermedades y daños causados en el envejecimiento.
Además proporcionan fibra, vitaminas, proteínas de origen vegetal y otras sustancias activas en el organismo (que actúan como antioxidantes y antiinflamatorios principalmente).
La mejor manera de consumirlos es de la forma lo más variada posible (nueces, almendras, avellanas, pistachos, anacardos, coquitos o nueces del Brasil, cacahuetes (que realmente son legumbres por lo que contienen gran cantidad de proteína), nueces de macadamia) y en cantidades moderadas, ya que proporcionan una gran cantidad de energía, siendo suficiente para aportar beneficios com un pequeño puñado to al día o repartidos en las comidas.
Lo ideal es consumirlos crudos, o tostados, para que no lleven consigo grasas no adecuadas y azúcares que siempre son añadidos a alimentos más procesados.
Lo que siempre digo, que "la comida sea lo que dice ser"
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